jueves, 3 de abril de 2014

PERROS Y CONDICIONAMIENTO CLASICO

Es uno de los tipos de aprendizaje más simples y el primero que fue sometido a investigación científica intensa.

Estímulos no condicionados, estímulos neutros y estímulos condicionados.


Muchos estímulos del ambiente producen respuestas que no han sido aprendidas. Por ejemplo, la presencia de comida en la boca produce salivación, la luz intensa produce la contracción de las pupilas... Estos estímulos se conocen como estímulos no condicionados, y las respuestas se conocen como respuestas no condicionadas. En este caso, no es necesario un aprendizaje para que el estímulo provoque la respuesta.

Otros son los estímulos neutros, que no causan las respuestas reflejas en el organismo. Por ejemplo, el sonido de una campana no tiene porqué provocar nada.

El condicionamiento clásico ocurre cuando el estímulo neutro adquiere la propiedad de producir la respuesta no condicionada, porque se ha asociado la respuesta no condicionada con el estímulo neutro.. Por ejemplo, si se hace sonar una campana cada vez que se le da comida a un perro, tras unas cuantas repeticiones, asociará el sonido de la campana con la comida y salivará cada vez que lo escuche.

El estímulo neutro que ha adquirido la propiedad de producir la respuesta refleja se conoce como estímulo condicionado. El término "condicionado" significa que el aprendizaje es necesario para que el estímulo provoque la respuesta.



Condicionamiento clásico en perros.

Son numerosos los ejemplos de condicionamiento clásico en los perros:

  • Perros que se excitan demasiado ante la presencia de niños porque se ha repetido mucho la situación niños y juego excitante.
  • Perros que acuden inmediatamente cuando suena el saco de la comida.
  • Perros que se emocionan cuando el propietario coge la correa.

Ahora bien, debido a mala información recibida por los propietarios, los perros pueden realizar un aprendizaje por condicionamiento clásico que se puede convertir en un verdadero lastre.

Tenemos un perro que tira mucho de la correa. Decidimos utilizar un collar de castigo (pinchos o ahogo), pero cada vez que nos encontramos con otros perros, se tensa la correa porque el perro tira con ímpetu para saludar.

Tras unas cuantas veces que esto ocurra y por condicionamiento clásico, la presencia de otros perros se asociará con la presión del collar y el dolor de cuello que ello produce. 

En la mente del perro, la presencia de otros perros será peligrosa, se pondrá alerta y ladrará para intentar alejarlos llegando con el tiempo a mostrarse agresivo o intimidatorio.

Contracondicionamiento.


Es la posibilidad de revertir una respuesta que ha sido condicionada. Lo que hay que conseguir es que el estímulo se asocie a algo agradable y así la respuesta se vaya tornando calmada. Hay que saber diferenciar cuando una respuesta es debida a un condicionamiento clásico o a un condicionamiento operante a la hora de contracondicionar ya que podemos caer en el error de reforzar una conducta no deseada.


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Articulo extraido del blog: blog.calmadogs.es
Articulos muy interesantes para educar a los perros en positivo.

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